CERRAR EL CÍRCULO: EL POTENCIAL DEL RECICLAJE DE LOS TEXILES PARA EL HOGAR
La industria textil está en plena expansión, con fibras y tejidos destinados principalmente a la confección de prendas de vestir y textiles para el hogar. Este aumento de la producción ha dado lugar a una necesidad urgente de gestionar grandes cantidades de residuos, que ascienden a una media de 15 kg al año por persona solo en Europa. Según el Plan de Acción para una Economía Circular de la Comisión Europea, el textil es el cuarto sector en cuanto a consumo de materias primas y agua, después de la alimentación, la construcción y el transporte.
Como era de esperar, el 85% de estos residuos proceden del postconsumo, es decir, textiles usados y desechados. El resto pertenece a la categoría postindustrial, es decir, el tejido sobrante de la producción de prendas de vestir/textiles para el hogar, y a la categoría preconsumo, es decir, productos defectuosos y mercancías no vendidas.
TECNOLOGÍAS DE RECICLADO DE FIBRAS Y TEXTILESA pesar del tipo de residuos textiles, se está investigando para desarrollar métodos que permitan reintegrar los residuos textiles en el ciclo de producción y «cerrar el ciclo». Los métodos de reciclado de fibras y textiles se dividen en dos macrocategorías: reciclado mecánico y reciclado químico.
RECICLADO MECÁNICOSe trata de uno de los métodos de reciclado más sencillos y baratos para los residuos post-industriales y es actualmente el más utilizado. El proceso se basa en acciones mecánicas como el corte, el desgarro y la trituración para transformar los tejidos en fibras utilizables. Estas fibras pueden utilizarse directamente para fabricar paños de cocina, acolchados, productos no tejidos o materiales de aislamiento acústico y térmico, o pueden someterse a ciclos limitados de hilatura para reutilizarse desde cero. Esto último se conoce como reciclado de fibra a fibra y está ganando importancia debido a su potencial de upcycling.
RECICLADO QUÍMICOEsta técnica consiste en romper la estructura polimérica de las fibras textiles, es decir, reducirlas a sus componentes básicos (despolimerización) y luego volver a polimerizarlas, generando un producto final de alta calidad similar a las fibras vírgenes. Este proceso favorece el upcycling, ya que crea fibras que pueden utilizarse para productos textiles de mayor calidad. Sin embargo, estos métodos suelen ser más difíciles de gestionar y no siempre son rentables.
A pesar del potencial de estas tecnologías, existen obstáculos básicos que residen en la composición de la fibra y la construcción del tejido. En primer lugar, la dificultad surge del reciclado de materiales que no están compuestos al 100% por la misma fibra, lo que exige una selección más cuidadosa y sigue dando como resultado un material final de menor calidad. La fase de preprocesado se complica aún más con los tejidos, que pueden derivar de productos que incluyen cremalleras, botones y otros componentes rígidos que deben retirarse meticulosamente para facilitar el procesado. Además, los tejidos son generalmente más complejos de reciclar que los géneros de punto, debido a su estructura rígida y robusta, que hace más laboriosa la separación de las fibras internas.
SOLUCIONES EL TEXTIL DEL HOGAR
Según el estudio de McKinsey «Scaling textile recycling in Europe—turning waste into value,» si se superaran las barreras actuales mediante una mayor inversión en tecnologías de reciclado textil, éstas podrían alcanzar todo su potencial y el porcentaje de residuos textiles reciclables podría aumentar del 18% al 26% en 10 años. Además, muchas empresas podrían conseguir por fin una huella más ecológica y cosechar los beneficios asociados.
Algunas empresas ya han convertido el reciclaje de residuos textiles en su actividad principal, dando a los materiales desechados una nueva vida con una calidad similar o incluso mejor. En la industria textil del hogar, por ejemplo, las fibras recicladas pueden reintroducirse en el ciclo de producción como fundas de cojines (sobre todo en telas no tejidas) o como materiales de relleno.
Además, los textiles procedentes de productos defectuosos o no vendidos presentan oportunidades considerables, ya que no requieren el mismo tratamiento que los artículos postconsumo y pueden reelaborarse en productos de mayor calidad. Uno de los ejemplos más llamJativos es el tejido acolchado, que, debido a su sencilla construcción y grosor, permite una gran variedad de opciones de reciclaje y reutilización. Puede reutilizarse para fabricar nuevos edredones, camas para mascotas, bolsos, fundas decorativas para almohadas o, en general, ropa de cama. Además, cuando se procesa añadiendo fibras vírgenes, puede dar lugar a productos upcycled.
En este sector, no sólo los residuos textiles pueden reutilizarse, sino que también los colchones ofrecen oportunidades considerables. Cabe recordar que cada año, sólo en Italia, se tiran a los vertederos 5 millones de colchones, cada uno de los cuales ocupa más de 3 m³. En realidad, cada colchón está formado por componentes que, una vez procesados, pueden recuperarse (75%) y reutilizarse en otros sectores (como la producción de aislantes para la industria de la construcción, civil y siderúrgica). Por ejemplo, la espuma puede triturarse y aglomerarse para crear nuevos productos como moqettes, acolchados o incluso nuevos colchones y, en algunos casos, puede transformarse en materiales aislantes.
QUÉ APORTA BRIGHIEn Brighi, creemos firmemente que la transición hacia un modelo de negocio circular y sostenible sólo es posible con la tecnología adecuada. Reciclar los residuos de producción antes de ser utilizados – minimizando así la necesidad de procesos más complejos – es una prioridad absoluta. Nuestro compromiso es dotar a las empresas de la maquinaria necesaria para reciclar sus residuos de forma eficiente, permitiéndoles ser autosuficientes en el proceso. Mediante la aplicación de métodos y tecnologías avanzados de reciclaje de residuos de producción, las empresas no sólo se liberarán de la carga que supone eliminar sus residuos y de los costes asociados a ello, sino que también transformarán su ciclo de producción y lo harán sostenible desde el punto de vista medioambiental y viable desde el punto de vista económico.